INDEFENSIÓN APRENDIDA

¡Qué importante es aquello que nos decimos, aquello que pensamos y lo que creemos!

La indefensión aprendida se refiere a la condición de un ser humano que ha «aprendido» a comportarse pasivamente, con la sensación subjetiva de no poder hacer nada y que no responde a pesar de que existen oportunidades reales de cambiar la situación adversa.

Hace pocos días veía este vídeo, en el cual, mediante una sencilla dinámica, una profesora logra que una clase entera vivencie lo que están trabajando. Un gran ejemplo de cómo la pasividad y  la incapacidad también se adquieren.

Nuestras palabras y pensamientos tienen una gran influencia en los resultados, al decirnos: No puedo, No sirvo, me da miedo… nos paralizamos y perdemos capacidad de acción.

Ante este escenario siempre cabe hacernos otro tipo de preguntas que nos abran puertas a la acción. Por ejemplo: ¿Y si pudieras cómo lo harías? ¿Y si sirvieras cómo lo harías? ¿Y si no tuvieras miedo qué harías?

Si la indefensión aprendida existe, su opuesto también debería, por lo que existe una “Defensa aprendida”, una creencia de poder afrontar los retos que se nos presentan. Pues, creer en nuestras propias posibilidades es el primer paso para crear la realidad que deseamos. Y es que el poder de la mente, el poder de las palabras, tanto la de las que nos dicen como la de las que nos decimos, es inimaginable. “Todo lo que somos es el resultado de nuestro pensamiento”,  por tanto cree aquello que quieras ser, y así, serás.

Escrito por: Arrate Lastra

Consultar también: naturalezaysalud.wordpress.com

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